De nada sirve hacer propósitos si no se pasa a la acción. La acción viene determinada por el proceso que nos mueven los estados de cualquier persona en su existencia.
De nada sirve hacer propósitos si no se pasa a la acción. La acción viene determinada por el proceso que nos mueven los estados de cualquier persona en su existencia.
Esta acción debe ir acompañada por nuestra habilidad para afrontar con una actitud positiva con lo que se hace y con la capacidad de que estas acciones nos garanticen una gratificación personal, no sólo para nosotros, como individuos; sino también, y como siempre digo, con nuestro entorno.
Al igual que interceden las cosas en nuestro presente, futuro y nuestro pasado.
No cabe la menor duda, lo importante es el qué hago en el "aquí y ahora"
y cómo estamos accionando la palanca,
para que estas cosas sucedan, para lograr con éxito alcanzar nuestros objetivos.
Los objetivos pueden ser varios; pero siempre viene bien que nuestros hechos nos otorgue la gratificación, al menos personal, de ver que nuestro propósito, al menos pueda ir avanzando, y por ello no desistir en nuestra siguiente acción que es la de desarrollar un "planning" algo más estructurado, del que podemos hacer un uso más desarrollado en el fondo del cómo acercarnos más a nuestras metas, y cómo llevar a cabo un plan más estratégico procediendo con ello los siguientes pasos a poner en acción.
Mira este artículo que compartí aquí clicQuien quiera dar con un propósito, primero ha de dar pequeños pasos"
Todos tenemos una razón de ser, por lo que nuestros objetivos han de estar relacionados con nuestra propia esencia, nosotros somos los que mejor nos conocemos, por tanto hemos de buscar un medio, por el cual podemos definir nuestros objetivos por esos pequeños pasos, y que éstos en cierto modo, puedan también ser medidos, para poder obtener una visión más clara de la que hemos tenido hasta entonces.
Si tenemos siempre el mismo punto de vista, quizás los datos que
obtenemos no serán muy fiables, debemos tener una visión externa que también nos proporcione un modo más avanzado de poder encontrar el camino que nos lleve a que nuestra acción tenga unos intereses más concretos y definidos.
Para ello debía programar más mi tiempo libre y esforzarme más en no "procrastinar más" palabra muy de moda, y poder establecer unos horarios que pudiera cumplir sin tener que llegar siempre hasta el límite del último minuto.
Empecé a realizar una lista con las horas de mis tiempos muertos en los que me dejaba llevar por la inacción y como dicen los ingleses por la "indulgence" de la complacencia, y así poder optimizar más el tiempo que dedico a otras cosas que aunque sean para la propia satisfacción, aparentan una especie de abandono, por no haberle dedicado el tiempo que requiere que ese próposito pueda llegar a una acción en la cual yo pueda sentirme como no, más cómodamente, para poder ser más productivo.
La programación debe realizarse durante el desarrollo de la acción como al final de ésta".
No podemos estar esperando a que las cosas sucedan y que después tengamos que ir improvisando sobre la marcha, por eso es bueno que estemos no constantemente llevando un control de la acción que nos pueda derivar a la "procrastinación" o esa "indulgence", por ello dentro de este control, debemos añadir en qué momento vamos a estar más predispuestos para llevar a cabo una cosa u otra, y qué beneficio me va a reportar, así siempre sabremos darle prioridad a las cosas que lo necesitan.
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